Ingredientes:
Un pan trenzado casero del día anterior
1 litro de leche fresca
200 ml de nata ligera 18% M.G.
4 cucharadas de azúcar
La cáscara de un limón (sin lo blanco)
La cáscara de media naranja (sin lo blanco)
Aceite para freírlas
2 cucharadas de esencia de canela casera
2 huevos batidos
Para el almíbar frío:
3/4 vaso de miel
Medio vaso de vino Manzanilla
Media cucharada de canela en polvo
Elaboración:
Hervimos en un cazo la leche junto con las cáscaras, la esencia de canela y el azúcar y dejamos enfusionar unos minutos. Retiramos los tropezones de la leche, agregamos la nata, removemos muy bien y esperamos a que se entibie.
Cortamos las rebanadas de pan (en mi caso las corté gruesas, de dos dedos) y las colocamos en la leche hasta que se empapen, con cuidado de que no se rompan al sacarlas.
Preparamos el almíbar en frío mezclando todos los ingredientes muy bien y reservamos.
Calentamos aceite en una sartén y pasamos las rodajas por huevo batido (por los dos lados). Freímos por ambos lados hasta que estén doradas a fuego medio (en mi placa de inducción de 1 al 9, en el 7).
Retiramos y dejamos enfriar un poco.Ya sólo queda verter el almíbar por encima.Al llevar alcohol, NO son aptas para menores.
Jo pero Q ricas
ResponderEliminarSolo con el título ya casi me ahogo de tanto salivar y a medida que he ido leyendo la receta, ya te puedes imaginar... me ha encantado!!
ResponderEliminarAbrazos
Riquísimas torrijas Olga, me recuerdan muchísimo a las que se hacían en mi casa, aunque nos gustaban más de vino que de leche, pero aún así estas también duraban poco jajaja.
ResponderEliminarBesos