Se trata de una elaboración con una caducidad corta (al menos la casera), de sabor ligeramente dulce . Suele utilizarse en preparaciones dulces y saladas.
Ingredientes:
1.500 grs de leche fresca (la refrigerada)
45 ml de zumo de limón
Elaboración:
Calentamos la leche al fuego hasta conseguir que llegue a 87ª (en este caso es muy útil un termómetro) sin parar de remover con unas varillas.
A continuación, añadimos el limón, removemos un poco el contenido y dejamos reposar el cazo con el calor residual. Una vez frío se habrá separado la parte sólida de la líquida (suero, que utilizaremos para elaborar panes o bollería).
Echamos la mezcla en un colador en el que habremos colocado una gasa estéril de farmacia. Colocamos el colador en un recipiente alto donde se recoja el suero y refrigeramos toda 24 horas tapado.
Transcurrido este tiempo, escurrimos bien la gasa y recogemos el queso. Refrigeramos hasta su uso, que será como mucho en un par de días.
Olga me ha encantado la receta. Te ha quedado con una 'pintaza'...
ResponderEliminarLo probaré, así que ya he guardado la receta.
Besos