Para hacer esta crema ácida, me he basado en la proporción de yogur/nata que utiliza Nika en su blog DeNikatessen.
Tradicionalmente se elabora fermentando nata con bacterias lácticas (yogur, butter-cream...) a una determinada temperatura (entre 20º y 25º C) durante aproximadamente 24 horas.En este caso he rebajado la nata con agua, fermentándola a temperatura ambiente con yogur natural.
Al ser un producto no fermentado en su totalidad, es necesaria su refrigeración, siendo su caducidad de una semana aproximadamente.
No debemos confundirla con la crème fraîche, crema ácida también, pero con un contenido graso mayor que la sour cream, ( ésta última tiene entre un 18% y 20%).
Así mismo, posee una mayor cantidad proteica (es por esta razón que la crema agria o sour cream no admite altas temperaturas de cocción, ya que cuajaría. La crème fraîche en cambio, sí puede usarse para cocinar al fuego.
Así mismo, posee una mayor cantidad proteica (es por esta razón que la crema agria o sour cream no admite altas temperaturas de cocción, ya que cuajaría. La crème fraîche en cambio, sí puede usarse para cocinar al fuego.
Es muy utilizada en la cocina norteamericana (tanto en platos salados como en dulces) formando parte de diversas salsas ( en patatas horneadas por ejemplo) o mezclada en las masas batidas para hacer bizcochos.
También podemos encontrarla en la cocina Tex-Mex (salsas para burritos, tacos...) e incluso en la gastronomía centroeuropea y rusa, siendo un condimento básico en sus características sopas, aportándoles un matiz altamente agrio.
Existe una forma express de elaborar esta crema, cortando la nata con zumo de limón y batiéndola enérgicamente. Particularmente prefiero el método de fermentación de esta crema, ya que es este proceso el que aporta el punto agrio a la misma y el aroma y sabor de una y otra (bajo mi punto de vista) nada tienen que ver.
Ingredientes:
200 grs de nata 35 % M.G.
100 ml de agua
100 grs de yogur natural casero (receta de mi otro blog)
Elaboración:
Mezclamos con unas varillas la nata con el agua en un cuenco, añadiendo seguidamente el yogur, integrando éste último en la crema mediante movimientos rápidos con la varilla.
Tapamos y dejamos reposar a temperatura ambiente de unos 20/25º (dependiendo de ella, la crema tardará más o menos en acidificarse).
Transcurrido el tiempo necesario, la crema espesará un poco, conteniendo ciertos gránulos debido a la fermentación de las bacterias y separándose en cierta medida el suero.
Removemos la mezcla nuevamente con varillas y refrigeramos hasta su utilización.
Existe una forma express de elaborar esta crema, cortando la nata con zumo de limón y batiéndola enérgicamente. Particularmente prefiero el método de fermentación de esta crema, ya que es este proceso el que aporta el punto agrio a la misma y el aroma y sabor de una y otra (bajo mi punto de vista) nada tienen que ver.
Ingredientes:
200 grs de nata 35 % M.G.
100 ml de agua
100 grs de yogur natural casero (receta de mi otro blog)
Elaboración:
Mezclamos con unas varillas la nata con el agua en un cuenco, añadiendo seguidamente el yogur, integrando éste último en la crema mediante movimientos rápidos con la varilla.
Tapamos y dejamos reposar a temperatura ambiente de unos 20/25º (dependiendo de ella, la crema tardará más o menos en acidificarse).
Transcurrido el tiempo necesario, la crema espesará un poco, conteniendo ciertos gránulos debido a la fermentación de las bacterias y separándose en cierta medida el suero.
Removemos la mezcla nuevamente con varillas y refrigeramos hasta su utilización.