Plato muy popular en los Balcanes y Medio Oriente, siendo su variante griega(creada en 1920 por Nikolaos Tselementes) la más famosa internacionalmente. 

En mi caso, habiendo elegido la versión griega, consta de un plato compuesto por capas de berenjena, carne de cordero (originalmente) y tomate y una última capa de bechamel, horneado todo el conjunto y gratinado con queso posteriormente.

El origen de la palabra moussaka es árabe, aunque llega a Europa y al resto de países a través del griego.

Ingredientes para 4 personas:

Para la bechamel:

 600 ml de leche entera 

6o grs de harina todo uso

60 grs de mantequilla

Sal y pimienta

Nuez moscada

Para el relleno:

500 grs de carne picada de ternera

Sal y pimienta

Una cebolleta

Medio vaso de vino tinto de calidad

Una cucharada de orégano

Aceite de oliva virgen extra

3 tomates rama triturados

Una patata grande

Una berenjena grande

Elaboración:

Primeramente picamos la cebolla y la pochamos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Seguidamente incorporamos la carne. Salpimentamos. Agregamos el tomate y el vino y dejamos reducir unos 25 minutos, tapada, a fuego medio-bajo (en mi placa de inducción del 1 al 9, en el 6).

Mientras,cortamos la berenjena y la patata en rodajas (en mi caso, en mandolina).Freímos por separado las rodajas de una y otra en una sartén con un dedo de aceite de oliva virgen extra. Escurrimos en papel de cocina y reservamos.

Por otro lado preparamos la bechamel en otra sartén fundiendo la mantequilla a fuego medio bajo (igual que en la otra preparación). Añadimos la harina y dejamos que se haga unos 3 minutos, removiendo con varillas continuamente, para que no se pegue y la harina pierda su sabor a crudo.

Incorporamos la leche poco a poco, sin dejar de remover, sal y pimienta y un poco de nuez moscada. Una vez esté la salsa espesa, retiramos del fuego y dejamos templar .

Espolvoreamos queso rallado por encima y cocemos en horno precalentado a 180º, a media altura,durante 25 minutos. Gratinamos unos minutos.