Ingredientes:
Para la sal de apio:
100 grs de sal gruesa
30 grs de hojas (sin el tallo) de apio frescas
Para la sal de ajo:
100 grs de sal gruesa
Una cabeza de ajos
Elaboración:
Para esta preparación usé el calor residual del horneado de unas barras de pan, pero si no es el caso bastaría con cocer en el horno unos 20 minutos aproximadamente a 160º, teniendo mucho cuidado de que las verduras no se quemen.
Separamos las hojas de apio del tallo, las lavamos y secamos muy bien con una servilleta para que se deshidraten y no se cuezan. Las colocamos separadas en un recipiente para horno.
Pelamos los ajos y los cortamos en láminas realizando el mismo proceso que el anterior.
Introducimos las verduras en el horno, a media altura, vigilando que no nos pasemos de tiempo. Dejamos enfriar y trituramos en procesador de alimentos junto con la sal gruesa.
Envasamos y conservamos en lugar fresco y seco, lejos de la luz. Su conservación es muy alta; posiblemente tendremos que removerla de vez en cuando, pues al no contener ningún antiapelmazante es posible que el preparado se compacte un poco.