Los limones encurtidos son un ingrediente característico y básico en muchos de los platos de la gastronomía marroquí, tales como ensaladas, tajines de carne y pescado o platos de verdura.
Su preparación es fácil si se siguen unas cuantas técnicas y su conservación es alta, debido a la alta cantidad de sal.
En Marruecos se pueden encontrar en muchos de los puestos de los mercados y en España en casi todas las carnicerías islámicas.
Ingredientes:
7 u 8 limones (a ser posible, pequeños y de piel fina, y preferentemente ecológicos)
Sal gorda
Agua caliente
Elaboración:
En primer lugar lavaremos los limones a conciencia (si no son ecológicos), frotándolos con un cepillo bajo el chorro de agua, para eliminar restos de ceras y de pesticidas.
A continuación introduciremos los limones en un recipiente con agua durante 3 días, cambiando la misma a diario.
Una vez realizada esta tarea, realizaremos 4 cortes en cada limón, sin llegar al extremo opuesto del mismo.
Seguidamente, introducimos sal gorda en cada corte de los limones (la suficiente que rellene los cortes) y los introducimos en un bote de cristal, lo más apretados que se pueda(para que no pierdan mucho la forma).
Echamos una cucharada de sal gorda más en el bote, tapando el mismo (con un cierre lo más hermético posible) y dejando descansar el contenido del bote durante 3 días al abrigo de la luz (en un armario, por ejemplo).
Transcurrido este tiempo, los limones habrán soltado parte de su jugo, así que cubrimos el resto con agua caliente hasta cubrir todo el bote.
Cerramos y dejamos descansar de 4 a 6 semanas, moviendo el bote cada 2 ó 3 días para que la sal se diluya y se reparta por todo el contenido.